La galería H2O inaugura el próximo jueves 7 de junio a las 19h la exposición «No Show – A few accounts of obsession and failure» de Luca Pagliari.
Por primera vez en su recorrido artístico, Luca Pagliari hace de unos elementos autobiográficos la materia directa de su obra. Los motivos de la obsesión y la derrota, recurrentemente en el centro de sus inquietudes, se manifiestan, en esta ocasión, en la esfera de las experiencias subjetivas.
Después de muchos años plasmando la soledad y las dificultades ajenas, Pagliari se detiene, desplaza el foco de atención hacia el interior, y cuestiona su propia condición. En este escrutinio, junto con los dispositivos mentales, las actitudes y las conductas personales, los vínculos afectivos – paternos, filiales, íntimos – y las relaciones sociales, se ve inevitablemente involucrado el quehacer artístico, en cuanto componente importante de su identidad. Un escudriñamiento parecido lo padece la fotografía, cuyas supuestas limitaciones y ambigüedades parecen ser un reflejo de las perplejidades y carencias del autor.
En la exposición los resultados plásticos conviven y se solapan con procesos, referencias, relatos y acotaciones. Pagliari estructura y recopila una serie de trabajos heterogéneos sobre una temática común, que son también prácticas de reflexión, tentativas de comprensión, (auto)crítica y expresión.
“No Show”: “no aparece”, “no hay exposición”, “no es una puesta en escena”. Nos hallamos en el reino de los obstáculos aparentemente infranqueables, de la dificultad de decir(se) en plenitud, de la materia extraviada en el acto de la comunicación; estamos en el espacio invisible de los deseos y el dolor, pero también de la honestidad y del intento – a pesar de todo. En este sentido, “No Show” encarna un arquetipo: el del paradójico afán por transmitir la experiencia intransferible.
Fecha: Del 7 al 25 de junio de 2018
Lugar: Galería H2O, C/ Verdi 152, 08012 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita


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La vall del riu Shenandoah acull cada any fins a tres «Demolition Derbies» on els participants estimben deliberadament els seus vehicles per destrossar els oponents. Festes de destrucció amb molta olor de gasolina que no són estranyes a l’Amèrica més rural. Els «Derbies» poden ser perillosos, tot i que les lesions greus no són freqüents. A la pista enfangada el conductor amb l’últim cotxe en funcionament rep el premi en metàl·lic. Centenars de participants es troben a l’octubre a la població de Woodstock, Virginia, la trobada més gran de l’any en el que es coneix com el «Chaos in the Valley».