En el marco del Circuit 2013, el centre cívic Convent de Sant Agustí acoge hasta el 26 de julio la exposición “Gambura ríe” del fotógrafo Juan Agudo Saizar.
A mediados de 2010 un miembro de la Associació d’Amics del Poble Saharaui de Baleares propuso a Juan documentar los campamentos de refugiados saharauis. El fotógrafo redactó un proyecto para la delegación del Frente Polisario justificando la visita basado en la forzosa relación que mantienen con su entorno y en cómo éste afecta a su rutina.
El autor viajó allí por primera vez en enero del 2011, pero ese entorno pudo con su salud y apenas tomó fotografías. Curiosamente, la incapacidad de moverse, de abarcar, definió conceptualmente su trabajo. Pasaba mucho tiempo en casas y haimas observando sus actitudes, cómo viven esa condena, la condena del exilio, de la miseria, de la dependencia y de la impotencia. Le contaban cosas. Entendió lo que supone estar respaldado por cientos de iniciativas internacionales de cooperación y ayuda humanitaria, y tener que aceptar que, tras 38 años, uno de los desiertos más inhóspitos del planeta sea su tierra y patria.
El último día de su estancia éste preguntó a Gambura de dónde sacaba fuerzas para asumir tener un marido y dos hijos formando en el ejército, siendo consciente de las consecuencias que podrían tener allí todos los movimientos sociales y revoluciones que estaban aconteciendo en otros países árabes. «Me las da Alá» contestó. El fotógrafo la retrató en una esquina de su habitación de adobe mientras ella reía. La imagen era dramática. Parecía que lloraba por todo eso sola en una esquina. Se despidió y esa risa se convirtió en el sentido del reportaje.
Al mes regresó al mismo lugar y con la misma gente. «Gambura ríe» narra aspectos cotidianos en el campamento de Smara, la espera y la resignación, y también es un relato sigiloso de la mujer saharaui y de su condición. Allí nada cambia.
Fecha: Del 5 al 26 de julio de 2013
Lugar: Centre Cívic Convent de Sant Agustí, C/ Comerç 36, 08003 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita


Robert van der Hilst plasma en sus fotografías objetos cotidianos y escenas de la vida doméstica china. En estas representaciones llama poderosamente la atención la austeridad y la sensación nostálgica que de ellas emana. Parece como si el tiempo se hubiera detenido, depositando una fina capa de polvo sobre los objetos que los unifica cromáticamente.
El proyecto refleja la realidad de las personas que viven en Nicosia (Chipre), Belfast (Irlanda del Norte), Mitrovica (Kosovo) y Mostar (Bosnia y Herzegovina), cuatro ciudades que han experimentado violentos conflictos en los últimos años y que han dejado huella tanto en la sociedad actual como en el tejido urbano, quedando divididas en dos partes aisladas. El proyecto, desarrollado junto con el periodista Angelo Attanasio, refleja el miedo aún presente en estas comunidades pese a todos los esfuerzos que han llevado a cabo las organizaciones internacionales para lograr un entendimiento.
En un pequeño pueblo del sur de Inglaterra, existe un pequeño grupo de personas que siente una gran pasión por las mariposas y las polillas. No por su belleza, ni por sus colores, ni por sus movimientos, sino por todo ello. Conocen sus costumbres, sus nombres en latín. Coleccionan libros sobre ellas. Las observan y las catalogan. Incluso cultivan plantas que las atraen para así tenerlas más cerca. No entienden cómo algunos disfrutan cazándolas. «Butterfly Days» es una historia de amor entre hombres y mariposas.