La galería H2O inaugura el próximo jueves 4 de mayo a las 19h la exposición «Military Dispatch» de Harri Pälviranta.
Durante el conflicto entre Finlandia y la Unión Soviética de 1939-1940, conocida posteriormente como la Guerra de Invierno, el número de víctimas en operaciones militares ascendió a 26.662. Un libro titulado Vapautemme hinta (El Precio de Nuestra Libertad) fue publicado poco después de la guerra, en 1941, con unas columnas de unos pocos centímetros reservadas a las fotografías y datos de los héroes de guerra fallecidos.
La Guerra de Invierno así como el libro probaron que los soldados fallecidos poseen una gran carga simbólica. Mientras el ruido de los cañones y las armas todavía resuenan en el aire, resultan vitales para fortalecer el espíritu patriótico y el sentido de comunidad de una nación bajo amenaza. Levantan la moral entre las tropas. Y después de la guerra, tienen un papel vital impulsando el espíritu colectivo, moldeando la identidad y preparando para futuros conflictos.
La Guerra de Invierno continua ocupando un lugar destacado en el discurso político de Finlandia, ya sea evocando su espíritu para superar una recesión económica, o mencionada en el contexto de la política de seguridad. La idea de fondo es siempre libertad e independencia a cambio del derramamiento de sangre y la solidaridad. La política de hoy se erige sobre la memoria de los soldados fallecidos.
En otras palabras, los soldados caídos en tiempos de guerra y paz son usados repetidamente con fines políticos. Pero cuando se mira fijamente, uno por uno, los rostros de los soldados muertos, teniendo en cuenta sus nombres, ciudad natal, profesión y edad; la política queda a un margen para dar paso a una sensación de solemnidad, tristeza y reflexión sobre cómo afectó la guerra a cada familia y pueblo. Como grupo, los héroes de guerra fallecidos fueron importantes a nivel nacional, pero a nivel individual sus muertes parecen solamente una pérdida. ¿De qué sirve a alguien saber que los tres hermanos de una misma familia en un pequeño pueblo murieron? ¿O que un recién graduado fue asesinado justo después de dos días en el frente? Morir como un héroe de guerra tampoco deja afecto, amor, trabajo o prosperidad para la familia y amigos. En su lugar, la muerte en la guerra es siempre un final violento que conlleva un dolor inconmensurable.
Fecha: Del 4 al 26 de mayo de 2017
Lugar: Galería H2O, C/ Verdi 152, 08012 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita


«Prohibido el paso» es un ensayo fotográfico sobre los límites y barreras de nuestro mundo, simbolizados en dos tipologías: los cristales rotos que coronan los muros y las verjas y pinchos que impiden el acceso a las propiedades urbanas. Como propina, hay una breve incursión por la representación fálica, amenazadora o placentera, asombrosamente aún presente entre nosotros.
Cuando divisas un bosque desde su linde es imposible hacerte una idea de su magnitud, solo ves lo que sus primeros árboles, sus guardianes, te quieren mostrar y eso tan solo son unos escasos metros. No es hasta que te adentras en él, que no descubres el universo en el que te estás sumergiendo. La atmósfera cambia, los sonidos quedan amortiguados, el cielo es cubierto por el ramaje y la luz filtrada por las hojas adquiere una tonalidad única.
La mostra, després d’un treball de síntesi, recull una cinquantena de retrats dels 150 que composen l’exposició original, presentada a la Casa Galibern de Torroella de Montgrí de novembre 2015 a abril 2016. Una representació suficient per establir un pont on la mirada humana esdevé la gran protagonista, en un infinit ventall d’expressions del sentiment i del pensament dels seus protagonistes, i al mateix temps, on la mirada de la persona fotografiada es troba amb la mirada del fotògraf a través de la càmera.
¿Qué pasa con los recuerdos que no se guardan en imágenes? ¿Qué relación tiene la fotografía con nuestro proceso de creación de memoria y hasta qué punto puede influir? ¿Qué pasa cuando nos fijamos en una imagen que representa a alguien que con el tiempo se ha convertido casi en un completo desconocido? ¿Podemos recuperar –o incluso cambiar– nuestros sentimientos hacia una persona que ya no está a través de las fotografías?