El agua, el viento, el sol junto con otros fenómenos meteorológicos o geológicos habían estado los únicos transformadores del paisaje a lo largo de milenios, hasta la reciente aparición del hombre y la mujer, quiénes se han situado en poco tiempo en la cúspide de la pirámide de transformadores del paisaje. La humanidad se ha convertido en un ente especializado en la creación de paisajes. Sin duda, encontramos el principal exponente de las transformaciones que nuestros contemporáneos estamos realizando sobre el territorio en forma de ciudades y áreas metropolitanas, rodeadas de todas las infraestructuras necesarias para su abastecimiento y desarrollo. Vemos remodelados en tiempos récord entornos paisajísticos que se habían ido creando ordenada y progresivamente con el trabajo de centenares y centenares de años. Estos desaparecen de forma rápida sin dejar constancia alguna de su existencia. Después de la transformación de cualquiera de estos paisajes únicos y singulares representativos de una cultura que ya no es la nuestra, el panorama resulta revelador. Ahí esta reflejada nuestra identidad, un producto de nuestra razón, es lo que va hablar de nosotros cuando ya no estemos.
Es precisamente por alguno de estos rincones apartados de la realidad de los circuitos turísticos y en general apartados de cualquier interés, por donde se ha paseado el fotógrafo Roger Serrat-Calvó Calm y en donde ha tomado las instantáneas que configuran este trabajo. Lugares alejados de los circuitos transitados, sin sometimiento a la cosificación y al proteccionismo típico de aquellos emplazamientos con interés turístico o ciudadano. Espacios libres, zonas industriales en mutación constante, espacios periféricos representativos de nuestra cultura y de nuestra sociedad. Como resultado de estas visitas, que podríamos calificar de contraturísticas, por los extrarradios de las ciudades se ha generado una documentación gráfica de un tiempo concreto que hallamos en la actualidad, y de unos lugares específicos de este tiempo que se pierden en su ubicuidad. Se trata de un imaginario paisajístico particular alejado de las postales bucólicas y cosmopolitas que cualquier aglomeración urbana pudiera tener como carta de presentación al visitante. El acercamiento a estos espacios con una consciencia y sensibilidad dispuesta a experimentar con las sensaciones que puedan transmitirnos, hace que percibamos toda la transitoriedad de la materia, del tiempo y del espacio. Palpamos una naturaleza en un estado salvaje híbrido, ambiguo y suspendido que asume una dimensión cercana a la de la naturaleza muerta.
Fecha: Del 13 de diciembre de 2008 al 28 de febrero de 2009
Lugar: Espacio 2 de Kowasa Gallery, C/ Mallorca 235, 08008 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita