En las fechas próximas al mes de mayo, los niños y niñas de una edad bastante concreta se preparan para recibir su primera eucaristía, una vivencia que nos recuerda cierta pureza espiritual todavía no maleada. Todos hemos sido niños. En esta etapa el carácter y la forma de relacionarnos con el mundo empiezan a perfilarse a través de los juegos, donde, poco a poco, se verán reflejadas las actitudes vitales de cada uno; habrá quien sepa aceptar una derrota, quien sepa ganar con humildad, quien haga alguna trampa y también quien respete las reglas del juego y al rival, sin el que no hubiera sido posible ganar. Porque ¿qué es la vida sino un juego?
Conservar ese niño que todos llevamos dentro y que en su día nos hizo disfrutar tanto con aquella imparable capacidad de asombro importa mucho para seguir en la brecha. En este sentido, se revela muy acertado un pensamiento que proviene del ambiente del rugby, donde se dice que no dejamos de jugar porque nos hacemos mayores, sino más bien, que nos hacemos mayores porque dejamos de jugar. Y es que, que yo sepa, aún no se ha descubierto el elixir de la eterna juventud. Seguramente cuando veáis estas instantáneas de nuestra niñez contrastadas con fotos más actuales, no podréis evitar sonreír, sobre todo si entre ellas reconocéis a Loquillo, Alberto García Alix o Manel Esclusa. Es un buen ejercicio de madurez ver cómo y quiénes éramos por entonces, y cómo y quiénes somos ahora.
Más allá de las fotos de comunión, esta muestra nos conecta el lado más entrañable de nosotros mismos, con los chicles bazoka, con las canicas y con la charranca. Nos hace recordar a todos “el cole”, la merienda, los juegos de niños en la plaza o en la calle. Y de pronto, un día te encuentras de golpe y porrazo jugando a ser mayor, algo que nunca hubieras pensado, echándote el “rollito” con el cigarrillo como objeto sustitutivo del yo-yo y a punto de recibir, en cuanto te descuides, la primera decepción de tu vida. Pero permitidme dar un toque de humor a este escrito y mostraros estas fotos con nuestras caras angelicales sin saber qué se nos venía encima, y que representan el momento en que dejamos la infancia para entrar en la adolescencia, edad en la que inevitablemente sufriremos ese primer golpe bajo y que vulgarmente conocemos como “la primera hostia”.
Fecha: Del 1 de junio al 30 de junio de 2006
Lugar: Galeria H2O, C/ Verdi 152, 08012 Barcelona
Precio: Entrada gratuita
La exposición de fotos más divertida y original. Espero que pronto nos alegres con más trabajos y tu buen R’n’R. Un saludo.