La galería Tagomago presenta “Time Studies”, una exposición monográfica del fotógrafo estadounidense Mark Klett. Considerado el padre de la refotografía, Klett ha producido un extenso volumen de trabajos a lo largo de las tres últimas décadas. Su obra, enmarcada en escenarios del Oeste norteamericano emblemáticos para el imaginario colectivo, examina la intersección entre el paisaje, la historia, el tiempo y el ser humano. La exposición reúne fotografías en blanco y negro de las series “Revealing Territory” y “Time Studies”. Asimismo, recoge piezas de “Charting the Canyon”, un proyecto de refotografía de gran envergadura que Klett está desarrollando desde 2007 junto a Byron Wolfe en el Parque Natural del Gran Cañón. Mediante esta última serie, la muestra exhibida en Tagomago enlaza sus contenidos con “Refotografiar Barcelona amb Mark Klett”, una exposición organizada por el Arxiu Fotográfic de Barcelona que presenta en primicia los dos encargos de refotografía (vistas panorámicas de Barcelona desde Miramar) que Klett ha realizado a partir de fotografías históricas procedentes de los fondos de dicha institución.
La práctica de la refotografía es una actividad meticulosa que consiste en volver a fotografiar desde el mismo lugar una escena registrada previamente, tratando de evidenciar el paso del tiempo por medio de la confrontación de varias imágenes obtenidas en un mismo lugar en momentos diferentes. En este sentido, la nueva fotografía es el producto subsidiario de una meditación sobre tres sujetos: el que ha realizado la primera fotografía, el que ha efectuado la segunda y el que observa ambas. Son muchos los autores que se han dedicado a este género, pero Klett es quien más lejos lo ha llevado. Desde el clásico motivo del “antes” y el “después” —materializado como díptico formado por la fotografía antigua y la refotografía— que definió en el proyecto «Rephotographic Survey» (1977) y en «Second view» (1984), una publicación derivada de este proyecto, hasta la adición de una tercera, cuarta o quinta vista en «Third views, second sights» (2001), Klett no ha cesado de enriquecer su discurso.
En “Charting the Canyon” (2007-2012), una serie aún en curso de realización, Klett y Wolfe, siguiendo los pasos de los fotógrafos que documentaron la zona —de Alvin Langdon Coburn a Edward Weston y Ansel Adams—, incrustan versiones digitales de imágenes históricas en su preciso contexto actual, generando de este modo grandes visiones panorámicas. En la muestra se presentan dos piezas de la serie, basadas en grabados de William Henry Holmes de 1882. Estas “remezclas de tiempo”, constituidas como palimpsestos, condensan secuencias de varios instantes alrededor de un trípode, un lugar y un punto de vista concreto. Al encarnar la posibilidad de una revisión inagotable del pasado en una secuencia perpetua de refotografías, abarcan una temporalidad mucho más amplia y variada, impregnada de la conciencia de un constante flujo de cambios. La selección sobre el Gran Cañón se complementa con refotografías en las que Klett integra sobre la vista moderna postales coloreadas de autores anónimos que fueron tomadas en las mismas ubicaciones. Con grandes dosis de ironía e humor, estas recreaciones poco convencionales del paisaje a modo de souvenir enfrentan el presente con el pasado y aluden al uso actual de los espacios naturalizados en el contexto del turismo y el ocio.
Con “Revealing Territory” (1982—2001) nos adentramos en el trabajo más personal de Klett en el ámbito de la fotografía de paisaje. Mediante esta serie, iniciada en 1982 tras finalizar el proyecto «Rephotographic Survey», Klett retomó el viaje por el Suroeste americano, relatando su propia experiencia en los espacios compartidos con los autores de las expediciones geológicas del siglo XIX. Más que perpetuar imágenes antiguas o evocar mensajes ecologistas o una simple nostalgia por los tiempos pasados de los westerns, las fotografías de “Revealing Territory” enlazan con un legado fotográfico que incita al diálogo entre el espacio y el tiempo, a la vez que mantienen como referente un paisaje bien anclado en el presente. Fueron realizadas entre 1982 y 2001 e integran un diario visual constituido des de nociones tan diversas como la historia, la geología y la literatura, así como por los avances en la trayectoria y los planteamientos conceptuales del propio Klett. En su sublimidad, como un espacio de diálogo y convivencia, los vastos campos del Oeste cobijan al ser humano, y ante nosotros se desencadena un futuro lleno de perspectivas. Ya no representan un territorio hostil, sino un campo de autoconocimiento. Sumándose a la retórica de The New Topographics y del documentalismo americano, con sus alusiones directas a la constante intervención, la omnipresencia y las huellas humanas en la recreación y lectura del paisaje, la visión de Klett, humanista y optimista en esencia, envuelve con su afán de naturaleza los lugares fotografiados, asumiendo los cambios y los nuevos tiempos que están por llegar.
Por otro lado, “Time Studies” (2004-2006), una serie más intimista realizada en la zona del desierto de Arizona, se plasma en forma de indagaciones visuales que Klett describe como “ecuaciones de tiempo y espacio”. El trabajo emplea como punto de partida preguntas sencillas sobre qué espacio puede ocupar un momento en el tiempo y la manera en que las fotografías expresan duración o temporalidades distintas. La mayoría de las imágenes presentadas aquí derivan de exposiciones que oscilan entre diez minutos y dos días. Apuntando a lo que la cámara es capaz de describir y a lo que el ojo raramente llega a captar en la experiencia convencional, Klett desafía con sus largas exposiciones la percepción común de la fotografía como un “momento suspendido”, y se distancia del reto de la instantaneidad. Su obra, autorreferencial en sí, vuelve a las exposiciones —necesariamente largas— de las primeras cámaras del siglo XIX, demostrando que en el mismo encuadre puede haber una multiplicidad de fragmentos. Por eso las fotografías de “Time Studies” describen experiencias y modos más internos de visualización e infiltración en nuestra percepción del tiempo, que van más allá de la secuencia lineal del calendario. Son, por así decirlo, pruebas materiales, evidencias y reminiscencias de la larga duración o multiplicidad de momentos que antaño quedaron registradas y atrapadas sobre la película. Es a través de esta silenciosa detención que el mundo exteiriaor adquiere su pleno sentido como un paisaje interior, un paisaje mental.
Fecha: Del 2 de febrero al 8 de marzo de 2012
Lugar: Galería Tagomago, C/ Santa Teresa 3, 08012 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita