Cuerpos en suspensión… objetos en levitación… decorados inmateriales… ambiente surrealista… son las palabras claves del trabajo de Aymeric Giraudel.

Sus obras nos hacen entrar en un mundo de tranquilidad, en una burbuja de serenidad, en una nube de suavidad. No se contempla una fotografía de Aymeric, se visita.

Se nota la plástica casi divina de los cuerpos, un gusto para los modelos con rasgos de ángeles y cuerpos de efebos. Se adivinan las experiencias con las sombras y la luz que confieren a cada obra esta profundidad de campo y una ilusión de relieve entre pintura y fotografía… El contraste entre el movimiento y la fijeza es asombrante. El tiempo se suspende durante un tiempo.

Aymeric Giraudel no es solo un fotógrafo sino también un artista, un creador de universo que presta un meticuloso cuidado a cada detalle y a la puesta en escena: más allá de las influencias o inspiraciones recibidas de otros artistas, Aymeric Giraudel impone un estilo único, inmediatamente identificable, de la misma manera que Pierre y Pilles, los muy famosos fotógrafos franceses. La levitación de los personajes y la luz son el hilo conductor de su obra.

Simbólicas o incluso místicas, sus fotografías expresan la visión de su autor sobre el mundo. Una visión en la cual el onirismo se mezcla con la realidad, donde las apariencias ocultan verdades, sin nunca caer en el nihilismo o el pesimismo… Todo lo contrario: Aymeric Giraudel ha elegido no mostrar la parte de sombra que palpita en cada uno de nosotros sino el cuerpo de luz que intenta alcanzar el cielo… quizás el alma.

Sus obras son bellas. Nos envuelven y nos acarician… Se pueden apreciar, sin conocer nada del autor, de su obra, de sus aspiraciones. Sus obras nos invitan a acercarnos al cielo…

Una escasez.

Fecha: Del 27 de noviembre de 2008 al 18 de enero de 2009
Lugar: Galería Artevistas, Passatge del Crèdit 4, 08002 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita