Una de las mejores maneras de conocer una ciudad es desde un lugar elevado. Barcelona tiene el privilegio de contar con una serie de miradores naturales en la sierra de Collserola con unas vistas panorámicas impresionantes a la ciudad. La web del Parc de Collserola ha recopilado información sobre todos ellos.

Mirador de la Font Groga

Está situado en la umbría de la carretera de l’Arrabassada, en el km 8. Está constituido por un conjunto de espacios encadenados resultado de la restauración, en 1989, de márgenes de carretera, cerca de la reserva de la Font Groga. El espacio facilita la parada y la observación del paisaje. Desde allí se contemplan los bosques de encinas, robles y pinos en primer lugar, al fondo Cerdanyola y el Vallès, y en el horizonte, la silueta del Montseny.

Mirador de l’Arrabassada

Situado en el km 6,5 de la carretera de l’Arrabassada, en el lado barcelonés, está constituido por una gran explanada al lado de la carretera y un aparcamiento para 25 vehículos. En el límite del area se han instalado unos pórticos de madera que emmarcan la panorámica. Acondicionado en 1988. Desde el mirador se puede ver una espléndida vista sobre la Barcelona de l’Eixample, desde el puerto olímpico hasta el Tibidabo, pasando por Montjuïc y el Delta del Llobregat, también se ve el Besòs, Badalona, etc.

Mirador de Cerdanyola

Situado en el km 7,5 de la carretera de Cerdanyola a Horta es uno de los miradores de panorámica más amplia, arreglado en 1989. En primer lugar se contemplan las laderas cubiertas de bosques que bajan en dirección norte hacia el Vallès. En segundo lugar, la comarca ocupada por ciudades y grandes vías de comunicación. Enfocando al infinito, la sierra pre-litoral se nos presenta con toda su magnitud: Montserrat, Sant Llorenç del Munt, els cingles de Bertí, el Montseny… y en días claros podemos ver los Pirineos.

Mirador de Montbau

El lugar se encuentra en el km 9,5 de la carretera de Cerdanyola a Horta, en el lado sur de la sierra. Ha sido fruto del arreglo de márgenes alterados. Inaugurado en 1995. En el fondo del valle destaca el Velódromo, el barrio de Horta y de Montbau y en último lugar, el mar. La mejor hora para la contemplación es por la tarde, cuando el sol comienza su puesta hacia el oeste.

Mirador de Sant Just

Es una gran explanada que hay entre el turó d’en Cors y el turó de l’Espinagosa, formada per sucesivos vertidos de escombros. Una vez arreglada (1992) se ha convertido en un mirador privilegiado del valle de Sant Just y en punto de partida de los itinerarios de Sant Pere Màrtir. Desde el turó d’en Cors hay también una buena vista hacia Vallvidrera, y la Torre de Collserola y justo debajo, el sector occidental de la ciudad de Barcelona.

Mirador de Sarrià

El espacio es una pequeña explanada en la carretera de Sarrià a Vallvidrera, situada cerca de la estación del Peu de Funicular, y que permite una breve parada. Acondiciado en 1992. Aunque está dentro de la ciudad, elevado en el inicio de la montaña, es un excelente mirador de la parte occidental de Barcelona. Hace la función de puerta de entrada al Parque.

Mirador de Torre Baró

El paraje de Torre Baró, restaurado en 1989, se encuentra en la última elevación de la sierra por el lado del nordeste, emmarcado por los barrios de Roquetes y Torre Baró. Destaca la antigua torre situada encima, muy evidente desde los accesos a Barcelona por el Vallès y el Maresme. Desde el mirador se ve la ciudad que hay entre el Tibidabo, el turó de la Peira y el Carmel. Montjuïc al fondo y justo delante: Nou Barris, Horta, Sant Andreu y Sant Martí. Después, el Besòs que se abre camino entre el turó de Montcada y la sierra de Sant Mateu. A la izquierda del río, Santa Coloma, Sant Adrià, Badalona y los primeros pueblos del Maresme.

Miradores de Sant Pere Màrtir

La montaña de Sant Pere Màrtir es una elevación bastante modesta (399m) que, mirando desde Barcelona, cierra por el oeste la sierra de Collserola. El mirador (arreglado en 1990), situado a resguardo de la montaña, es una magnífica atalaya sobre el valle de Sant Just. Desde el mirador, en primer lugar se ven algunas grandes casas de campo, detrás, el puig d’Olorda medio comido por la cantera. Después la llanura aluvial del Llobregat intensamente humanizada y al fondo la sierra del Garraf y l’Ordal.

El Tibidabo

La cumbre culminante de la sierra de Collserola, es un lugar emblemático para la ciudad. El Tibidabo ha sido desde inicios de siglo, un espacio para el recreo de los ciudadanos. Con la instalación del tranvía azul, el funicular de Vallvidrera y el parque de atracciones, se fue urbanizando y poblando de barceloneses que buscaban un lugar para el descanso. Tanto hacia el mar, como hacia el interior, la visión que nos ofrece es extraordinaria (360º).

Carretera de les aigües paseo-mirador

La carretera de les aigües ha sido un de los elementos más conocidos y visitados del lado barcelonés del Parc de Collserola. Su recorrido a cota horizontal hace que el paseo sea agradable y descansado, y su posición elevada respecto el plano de Barcelona, la convierta en un mirador privilegiado de la ciudad.

Can Candeler

Situado en el valle de Sant Just Desvern, ofrece una excelente panorámica del lado occidental de Collserola y de buena parte del Baix Llobregat. Podéis llegar desde la urbanización de Can Candeler siguiendo el camino que sube al monte del mismo nombre o bién desde el barrio de la Miranda.

Más información y mapas en la web del Parc de Collserola