En «Frágil», el fotógrafo Juan Manuel Macarro aborda de manera directa y literal el tema de la vulnerabilidad del ser humano. Huyendo de la complejidad conceptual de anteriores trabajos, el fotógrafo madrileño reduce sus anónimos sujetos a meros muñecos de papel, caprichosos objetos de papiroflexia que nadie se ha ocupado de proteger como es debido.

Pero la indefensión de la que habla Macarro no es, como podría parecer en un principio, la de nuestro cuerpo, sino la del alma. «Somos frágiles ante cualquier tipo de deseo, tanto los negativos, que nos destrozan, como los positivos que no podemos satisfacer». Así, los sujetos de la serie, se convierten en víctimas de ellos mismos y de su condición mortal, arrugándose aquí, rasgándose allá y, poco a poco, perdiendo la forma que les hizo humanos en un principio.

De ahí la elección del papel para construir esos cuerpos: una vez lo has arrugado es imposible volverlo a dejar como estaba; siempre quedará un rastro. Y el ser humano, según Macarro, es igual que el papel. La vida nos transforma irremisiblemente, y ninguna de nuestras decisiones tiene marcha atrás.

Esa fragilidad contrasta con la aparente perfección y solidez de la forma humana. Podría decirse que se trata de esculturas del período helénico, perfectas, impolutas e inmunes al paso del tiempo y a cualquier emoción, pero todo es una ilusión: en «Frágil», los cuerpos están huecos, potenciando así lo vulnerable y lo efímero que, en el fondo, es lo que nos hace realmente humanos.

Podría decirse que el mensaje de «Frágil» es pesimista y desesperanzado, pero Macarro no está de acuerdo: «aunque en esos cuerpos hay partes rotas, otras siguen intactas». Una oportunidad, pues, para la esperanza, y un mensaje claro: la vida sigue, a pesar de todo.

Fecha: Del 22 de octubre al 28 de noviembre de 2009
Lugar: Galería area dos3dos, C/ Aragó 232-234, 08007 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita