«Ne me quitte pas» de Christian Maury

¿Incomunicación y soledad? ¿Necesidad de mostrarse, o exhibir la intimidad menos participativa? Todas las mujeres de Christian Maury se entregan voluntariamente junto a sus prótesis, retratadas según un gusto marcado por una fijación propia de voyeur fascinado por las formas de la desnudez femenina. No son imágenes destinadas al consumo pornográfico, ámbito del que querrían ser rescatadas para situarlas en el de la reflexión sobre una práctica contemporánea, aparentemente cada vez más extendida entre las mujeres occidentales (hace años que los consoladores han entrado en el merchandising de las grandes superficies de los súper-mercados europeos y empiezan a hacerlo aquí). Onanismo frente a placer compartido. Proyección frente a participación. Impostación frente a naturalidad. Habitación frente a Naturaleza. Autonomía y autosuficiencia frente a castración. Fantasía frente a realidad.

En definitiva, una forma de consumismo pop que retratada en blanco y negro por Christian Maury nos lleva a un lugar muy curioso: cuerpos, o sus partes, blancos inmaculados contra fondos muy oscuros, negros, casi como en “La muerte de Marat”, 1793, de David; ojos que nos miran sin ningún rastro de mala conciencia y bocas abiertas. Todo bajo el control casi autónomo del consolador, un objeto pensado por alguien desconocido, anónimo, no directamente humano, mediatizado. Pero, a cambio, completamente controlado por el mismo sujeto del placer. Pura fantasía.

Y todo ello llegando a conseguir a veces en las fotografías, por la modernidad del diseño y el material semi-translúcido de las prótesis mismas, y los reflejos de la luz, una aproximación del cuerpo eréctil y venoso del consolador de plástico al de los tubos de respiración asistida de las UVI (cuerpos desnudos conectados por la boca); o al de las escafandras espaciales de los astronautas en el vacío, tan bien retratados por Kubrick en “2001 Una Odisea del espacio”, 1968. Todos conectados aún por un último artificio. Vida artificial para volver o seguir en el mundo. O para aislarse definitivamente.

Fecha: Del 7 al 30 de mayo de 2009
Lugar: Galería H2O, C/ Verdi 152, 08012 Barcelona (mapa)
Precio: Entrada gratuita